La relación entre la ingesta de ciertos minerales y el rendimiento en nadadores parece obvia, pero es necesario que ese aporte vaya acompañado de otros minerales en las proporciones idóneas.
Dos estudios realizados utilizando diferentes muestras de nadadores del equipo de natación de la Universidad de Dakota del Norte han demostrado que tanto la estimación de ingesta de algunos macrominerales y oligoelementos obtenida mediante un registro dietético, como su presencia en sangre medida mediante técnicas bioquímicas, son predictores significativos del rendimiento en pruebas de natación de alto nivel (Lukaski, 1995; Lukaski, Siders, Hoverson & Gallagher, 1996). Concretamente el equipo de investigación utilizó varios modelos de análisis estadístico con el fin de interpretar la relación que existe entre la ingesta de minerales, su presencia en sangre y el rendimiento en una prueba de natación, los 100 metros crol.
Los autores observaron que el rendimiento en dicha prueba se puede predecir en base a los datos obtenidos en analíticas de hierro, cobre, magnesio y zinc en sangre y mediante el registro dietético. Este resultado, como indican los autores, no es más que la confirmación de una hipótesis que proviene de todo el conocimiento recogido a lo largo de los años, acerca del papel de estos elementos en la salud. Efectivamente, la importancia de estos 4 elementos, que juegan un papel directo o indirecto en todas las reacciones del organismo, nos puede hacer suponer que cuanto más presentes y equilibrados estén sus niveles en el organismo, mejor podrá responder éste frente a un esfuerzo de cualquier naturaleza.
No obstante se encontraron diferencias en función de si el nadador era hombre o mujer. En los hombres destacó el zinc, cuya presencia en sangre correlacionó inversamente con el tiempo de natación, es decir que los sujetos cuyos niveles de zinc eran más equilibrados tenían mejores tiempos. En las mujeres se obtuvo una relación muy similar, pero esta vez con el hierro, sugiriendo que cuando los niveles de hierro aumentaban, dentro de un umbral saludable, los tiempos en la prueba de natación disminuían.
Por otro lado, los autores añaden que muchas variables nutricionales se encuentran en interacción durante la prueba física. Efectivamente, establecer relaciones causales entre los diferentes elementos químicos y el rendimiento deportivo no es una tarea sencilla. Sabemos por ejemplo que el hierro juega un papel clave en la fisiología humana, sin embargo los suplementos de hierro son difícilmente asimilables en la mayoría de formatos existentes y se le han atribuido una gran lista de efectos indeseados. Lo mismo ocurre con la suplementación parcial, que consiste en la toma aislada de unos pocos elementos. Como señalan algunos autores, el organismo precisa de un aporte integral de todos lo elementos necesarios en las cantidades perfectas, algunos en cantidades muy reducidas (elementos traza o ultratraza) y otros en grandes cantidades (macroelementos) ya que entre ellos existe una compleja interacción.
La suplementación nutricional con Totum Sport permite realizar este aporte equilibrado, con 78 elementos diferentes, totalmente biodisponibles, que mantienen entre ellos una enredada interacción y, así, permiten que el organismo los aproveche.
Bibliografía
Lukaski, H.C. (1995). Interactions among indices of mineral element nutriture and physical performance of swimmers. En C.V, Kies., & J.A, Driskell, Sports Nutrition: Minerals and electrolytes (pp. 267-278). Florida: crc Press.
Lukaski, H.C., Siders, W.A., Hoverson, B.S., & Gallagher, S.K. (1996). Iron, copper, magnesium and zinc status as predictors of swimming performance. International Journal of Sports Medicine, 17, 535-540.