Mi relación con la marca Totum Sport surge de la necesidad por encontrar una solución a mis problemas de deshidratación en las salidas de larga distancia por los senderos de mi isla, La Gomera.
No quiero aburrir describiendo las parajes naturales por los que corro, pero todo el que haya visitado Canarias sabe de las altas temperaturas que sufrimos en verano, a las que si además sumamos los desniveles que podemos encontrar en apenas 20 o 30 kilómetros de montaña se convierte en una auténtica odisea para cualquier corredor de montaña.
Me gusta correr con el mínimo material posible, muchas son las ocasiones en las que no porto ni agua, por suerte cada 5 o 10 kilómetros te encuentras un pozo, un pequeño afluente y demás, pero esto no es suficiente para el desgaste de sales que sufre el cuerpo tras 3 horas de entrenamiento.
Por ello nos vimos en la obligación de buscar una solución de urgencia, y la primera que pusimos sobre la mesa fue añadir a mis entrenamientos 1 sobre de Totum Sport 30 minutos antes de cada entrenamiento, otro cada 60 minutos del ejercicio y un último una vez finalizada la actividad, por tanto para un entrenamiento de 2 horas ingiero 4 sobres de esta la bebida hipertónica.
Al principio me mostraba escéptico, no lograba entender cómo apenas 20 ml de agua de mar podrían ayudarme a prevenir lesiones, deshidratación, fatigas, etc. Pero evidentemente no perdía nada probándolo. Hace dos años que empecé con una simple prueba de 10 cápsulas, que era el antiguo formato, y ya son casi 3 años que sigo ligado a la marca y a sus beneficios.
Siempre confío en las marcas que creo que pueden ayudar a mejorar mi rendimiento deportivo. Soy de los que no toman ningún tipo de suplemento alimenticio. Odio los miles de productos que contienen conservantes, colorantes, potenciadores del sabor, en definitiva, odio la química en los alimentos que consumo. Por eso confío en Totum Sport, ya que no es más que agua de mar microfiltrada.
Digamos que viaja directamente del océano a tu organismo.